El pregón pascual

 

La Pascua es la fiesta central de los católicos y ortodoxos, mucho más importante que la Navidad, pues en Navidad se celebra el nacimiento de Jesús, pero sin su muerte y resurrección el Evangelio (del griego eu- bueno anggelion: noticia) no tendría sentido, y el Cristo (del griego Kistos: esto es el Mesías o Rey, el enviado) no sería más que un profeta o un hombre sabio.  De hecho, es tan importante que todo el resto del calendario litúrgico es reverberación de esta solemne festividad.

En esta serie de post, vamos a analizar por traslación o analogía, como usando la metodología de los padres de la Iglesia, el sermón pascual. Desde mi escaso conocimiento, lo cual puede significar que se den errores de interpretación o un exceso metafórico.

El sermón pascual es el primer canto de la noche de Pascua (del hebreo Pesáj: paso), se realiza tras la entrada en la Iglesia y el encendido de las velas desde el fuego inicial, que es símbolo de Jesucristo y el trasvaso de la fe.

La primera estrofa dice lo siguiente:

Exulten los coros de los ángeles,

Exulte la asamblea celeste,

Y un himno de gloria

Aclame al Señor resucitado.

En primer lugar, el término exultar quiere decir mostrar alegría o gozo, (etimológicamente ex sultare que proviene ex saltare, literalmente saltar hacia fuera): ¿Por qué comienza así? ¿Qué gozo ha de ser mostrado? ¿En qué sentido hemos de estar gozosos? ¿Quién ha de estarlo, todos, ninguno?

Pues bien, exultamos porque esta es la noche, la noche ente las noches, en la que la muerte ha sido definitivamente vencida, la muerte física, la muerte de espíritu; los primeros en exultar son los ángeles, que a parte de esos seres que pintan con alas, son los que portan un mensaje (anggelion), el mensaje de la Buena Nueva (Evangelio).

Después debe exultar la asamblea celeste, es decir, todos los que dan gloria al Padre.  ¿Y quién da gloria al Padre? La creación toda, todo ser que posee aliento, alabe al señor (Salmo 150).

Una vez que exultamos, que nuestro espíritu está en sintonía con lo que ocurre y puede entrar en el Paso, como cruzando las aguas del mar rojo. Prosigue el pregón; un himno de gloria aclame al Señor resucitado.

El himno de gloria es el propio pregón pascual, así como toda la celebración de la Pascua; que tiene como único fin el alcamar, dar gloria (el que se gloríe que gloríese en el Señor que dice San Pablo) al Señor resucitado.

¡Feliz Pascua!

About Álvar Camero

Como decía Terencio: nada de lo humano me es ajeno.
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4 Responses to El pregón pascual

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  3. juanpalma3 says:

    Feliz Pascua de Resurrección. He conocido hoy tu blog y me parece muy interesante, de manera que te sigo. Te invito a que veas el mío https://perdidosenelsofa.wordpress.com/ Espero que te guste. Un saludo.

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